COLECHO - CAMA FAMILIAR

FAMILY PORTRAIT

Hace tiempo que he querido compartirles nuestra experiencia con la CAMA FAMILIAR ó también conocida como COLECHO. Hoy día esta práctica podría ser considerada un poco hippie, y aunque no creo que embonemos con esa definición, la verdad es que nos llaman mucho la atención costumbres de crianza "de toda la vida" que han perdido fuerza en nuestra cultura (....parto natural, lactancia prolongada, cama familiar, pañales de tela, etc... y que tal vez deberían reconsiderarse. Somos parte de la nueva ola de padres que se están atreviendo a comprobar por si mismos si estas prácticas les funcionan o no.

Así que a pesar de todos los comentarios desalentadores que recibimos al respecto, decidimos hacer caso a nuestro instinto y nos lanzamos al ruedo. Lo más importante es que fue algo en lo que ambos como pareja estuvimos de acuerdo y uno de las principales motivos para intentarlo fue mi interés por lactar a mi bebé exclusivamente con leche materna, por lo que por las noches parecía que sería más cómodo darle de comer sin tener que levantarme de la cama (en la realidad creo que resultó ser una tentación muy grande el tenerme y mi bebé se dió gusto con los snacks nocturnos).

Creo que este es un tema muy controvertido, hay quien se muestra a favor y quien en contra; yo creo que es algo muy personal y debe platicarse y tomar la decisión en pareja, si uno de los dos no está de acuerdo sería mejor no intentarlo para procurar vivir (y dormir) en un ambiente armonioso para todos.

Cuando nos acercamos a la edad de 6 meses del bebé comenzamos a preguntarnos hasta cuando sería bueno continuar con esta práctica; lo consultamos con nuestra Doula y la respuesta es que no había una fecha definida, sino que nosotros mismos nos daríamos cuenta cuando estuviéramos listos para hacer cambios, y así fue!. El primero en dar señales fue mi esposo, pero yo aun no estaba lista, Santiago se despertaba varias veces y hacía frío, sinceramente no me veía levantándome a alimentarlo a la habitación contigua. Decidimos esperar a que pasara el frío y curiosamente este hecho coincidió con la etapa en la que comenzó a gatear (a los 9 meses). Esto para mi fue muy claro, digamos que esa señal de una nueva independencia de mi bebé me dió la claridad para comenzar a prepar el cambio de habitación. 

Siempre procuré que las siestas del día las hiciera en su cuna para que fuera un lugar conocido para él y también lo relacionara con el dormir. Y aunque siempre me sentí muy confiada que lograríamos hacer el cambio sin mayores problemas a veces me atacaba la inseguridad debido a los comentarios. Para hacer frente a esto comencé a investigar si había algún método conocido para hacer la transición y me acordé de un libro que compré por Internet cuando compré el de MANDALAS PARA EL EMBARAZO y que no alcancé a leer mientras estaba embarazada. Se llama GUIA PRACTICA PARA TENER BEBES TRANQUILOS Y FELICES, no lo leí porque estaba embarazada y me preocupaba más saber sobre cómo dar a luz y suavizar los dolores de parto que saber de horarios de comida para el bebé y cuantas siestas tenían que tomar.

Pero ahí encontré el método con el que me di valor para pasar al bebé de la cama a la cuna, la autora lo llama Pick Up/Put Down, que en lo personal creo es una excelente alternativa al método Estivill. Les hablaré a detalle de él en otro post, pues sirve para establecer rutinas de sueño en general.

Por ahora solo me gustaría recalcar que el colecho NO se recomienda si:

  • Si la madre fuma o fumó durante el embarazo,
  • Cuando se está muy cansado,
  • Si se ha bebido alcohol o se han tomado drogas
  • O se está muy obeso.

Los beneficios que se le atribuyen a esta práctica son:

  • Seguridad emocional
  • Menos llanto
  • Calor corporal
  • Disminuye riesgo de muerte súbita
  • Estimulación de la lactancia materna
  • Sincronía mamá-bebé

Para mi ha sido una hermosa experiencia que volvería a repetir.